El trabajo científico la ha realizado un programa de investigación sobre telefonía móvil y salud; un estudio que ha durado la friolera de once años ya que antes no habían encontrado datos suficientes para desmentir sobre lo posiblemente peligroso de las ondas electromagnéticas; pues bien, esta investigación ha concluido y dice no haber encontrado evidencias de riesgos para la salud. El programa lo financió el propio gobierno Británico e industria “Para garantizar que ninguno de los organismos financiadores pudiera influir el resultado de la investigación". porque ya se sabe, cuando uno defiende a la telefonía móvil, es que está sobornado, cuando vas en contra de los ovnis, te paga la CIA y si demuestras que con Kennedy no hay conspiración, entonces es el FBI. Por eso tengo que ir a trabajar a diario. pero hay algo mas profundo, cuando estos colectivos se quedan sin argumentos recurren a la fe, a que te sobornan... pero son de una simpleza tremenda, los científicos se avalan en argumentos e hipótesis demostradas y eso nos guste o no, es un echo.
No nos olvidemos que detrás del movimiento anti-antenas, se esconde un negocio,; juegan con el desconocimiento de la gente y cogen el miedo para venderles sus productos como vinilos protectores, papel de aluminio en la cabeza, merchandishig... de nuevo, sin demostrar su eficacia.
Se podría decir que estamos ante la tecnofobia , todas las radiaciones naturales son buenas y las radiaciones artificiales, cancerígenas, sin embargo todo lo contrario; en la escala dela energía desprendida por ejemplo tenemos la radiación ultravioleta, radiación natural, pero que causa cáncer de piel. O la radiación de la telefonía móvil, radiación artificial pero que es miles de veces menos energética que la propia luz visible, esa luz con la que estas leyendo esto o viendo a tu mujer. La comunidad científica esta convencida en su gran mayoría de que no se han hallado pruebas que fundamenten que estas radiaciones no causen cáncer, pero los anti-antenas "juegan" a que la ciencia no puede demostrar que no son inofensivas por lo que son cancerígenas. Pero claro, científicamente hablando no se puede demostrar una negación, es decir, la ciencia no puede demostrar por ejemplo, que los yogures no son cancerígenos, solo que no hay evidencias fundamentadas.
Estas ondas son incapaces de alterar nuestro ADN por la poca energía desprendida y baja radiación, pero eso será otro post; las radiaciones electromagnéticas.
