En la recién estrenada serie Cosmos, se comentó fugazmente el echo de cuando los homínidos nos erguimos sobre nuestros pies y empezamos a ser bípedos. Se nos mostró una huellas en el barro que quedaron fosilizadas, ¿pero de quienes eran esas huellas? ¿hace cuanto tiempo se hicieron? y ¿por qué son tan transcendentales?
Pisando fuerte
Pues allá vamos; cerca del famoso parque del Serengueti en Tanzania a 45 km de Olduvai, se encuentra el yacimiento de Laetoli. En las cercanías, a unos 20 km del lugar se encuentra un conocido volcán llamado Sadiman que al entrar en erupción, arrojó cenizas al aire permitiendo que se fosilizaran huellas de muchos animales y entre ellas las de dos homínidos bípedos. En 1978 la antropóloga Mary Leakey descubrió estas huellas que tenían la friolera de 3,6 millones de años.
No son huellas de chimpancés, de orangutanes ni de gorilas, sino que se trata de dos homínidos que caminaban como nosotros; pertenecen a la especie Australopithecus afarensis, unos antepasados nuestros que vivieron en el valle del Rift.
La importancia de estas huellas radica en que demuestran que en ese momento ya había homínidos que eran bípedos y que ya caminaban en grupos.
Los recientes estudios confirmaron que estos homínidos caminaban erectos habitualmente y que caminaban igual que los humanos modernos, apoyando primero el talón, luego el arco y finalmente los dedos de los pies.
Homínidos paseando tranquilamente
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